Durante los primeros años de vida de un bebé pueden sufrir eccemas en la piel, la responsable, la dermatitis atópica, enfermedad crónica no contagiosa que produce picor intenso, enrojecimiento y descamación.
Comentarles que por experiencia propia, es un sin vivir para l@s más pequeñ@s, llegando a condicionar su vida.
Los padres sufrimos al ver a nuestr@s hij@s no poder conciliar el sueño, estar irritables, arrascarse todo el día, y nosotros peleando con ellos para que no lo hagan.
Ésta enfermedad tiene brotes, periodos de mejoría y de empeoramiento, en mi caso, a mi hija le afectan considerablemente las enfermedades típicas; catarros, gastroenteritis, otitis, …, agravando las lesiones en su piel.
Los primeros síntomas que nos alertaron a los tres meses de su nacimiento fueron eccemas en algunas partes de su cuerpo, principalmente pliegues de rodillas, codos, pezones y cara, derivándose en un picor intenso que producía enrojecimiento en su piel.
Quienes padecen ésta enfermedad, necesitan unos cuidados especiales, principalmente hidratación diaria.
En nuestro caso, probamos infinidad de cremas; caras, baratas, de farmacia, de hipermercados, etc…, y nada de nada. El pediatra nos recetaba corticoides, de efecto antiinflamatorio, y sí, aliviaba sus síntomas durante los brotes pero no era duradero, y pueden afectar a los huesos.
Los padres cuyos hij@s padecen dermatitis atópica debemos saber que conviene evitar las temperaturas extremas, tanto de frío como de calor, que es primordial mantener las uñas de l@s niñ@s cortas por las heridas que se pueden producir ell@s mism@s, que el agua les reseca mucho la piel, etc… En nuestro caso, el baño dos veces por semana, consiste en agua con una gotita de aceite, y después del mismo, secar ligeramente la piel con toques suaves, sin frotar, e hidratar bien.
Otro tema muy importante es la indumentaria, debemos tener mucho cuidado con prendas de fibra y lana, lo más recomendable son tejidos suaves, ligeros y transpirables de algodón o lino.
Los expertos indican que en la adolescencia, muchos de nuestr@s pequeñ@s podrán recuperarse de ésta enfermedad que condiciona su vida, Y ESO ES LO QUE ESPERO, porque quién le dice en verano a su hij@ que no puede bañarse en la piscina cuando tod@s l@s niñ@s están chapoteando?...
Opinión propia derivada de la experiencia con la enfermedad.
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